El regreso a Chile de Cote de Pablo

viernes, 12 de junio de 2015
Economía y Negocios

El Mercurio

En agosto llegará al cine con "Los 33", una película que revincula con el país a esta actriz de origen chileno, pero que ha hecho toda su carrera en Estados Unidos. Un filme que hizo poco tiempo después de renunciar a "NCIS", la exitosísima serie que la hizo famosa en el mundo. Aquí, cuenta por qué no se arrepiente de haberlo hecho.

Cote de Pablo (35) pregunta si "acá" se estila saludar de la mano o de beso. Una asistente le explica. Solo hay 15 minutos para la entrevista. El tiempo se toma literalmente con reloj. Todo lo que la rodea se asemeja al de una diva hollywoodense, pero un par de gestos van en sentido contrario: anda con una manta café para el frío y un jarrón con agua de hierbas.

La hija de la ex conductora del Festival de Viña del Mar María Olga Fernández se fue de Chile cuando tenía nueve años, pero viene regularmente a visitar a sus amigos y a su madre, quien regresó hace algunos años. La última vez se quedó cuatro meses, pero combinó familia con trabajo: filmó la película "Los 33", producida por Mike Medavoy, que se estrena el 6 de agosto. En ella, la actriz interpreta a Jéssica Vega, la mujer del minero Álex Vega, que en la cinta personifica Mario Casas. Es un largometraje de altas pretensiones y presupuesto que incluye en su reparto a Antonio Banderas, Juliette Binoche, Rodrigo Santoro y Gabriel Byrne.

La gran escena de De Pablo en la cinta es cuando interpreta "Gracias a la vida", de Violeta Parra, en un momento de la historia donde la mayoría ha perdido las esperanzas de encontrar vivos a los 33 hombres bajo la mina San José.

-Es una escena emotiva, una canción que para mí significa mucho, porque se supone que debí cantarla en el funeral de una persona a la que quise mucho. Esa persona me pidió que la cantara, pero no pude cumplir con su deseo por razones emocionales. Nunca más la pude cantar ni volver a oír, entonces cuando me dicen que están pensando en incluir esta canción en una escena me quedé congelada. Tuve que empezar a hacerme la idea, porque el trabajo es el trabajo.

Para Cote de Pablo este es su primer rodaje en Chile. Dice que conoce a varios directores, como Matías Bize, Pablo Larraín y Matías Lira.

-Obviamente me gustaría filmar una película chilena, las puertas están abiertas, siempre y cuando exista un proyecto entretenido, interesante y que a uno le guste. Pero creo que es algo que se va a dar con el tiempo, y ahora hay tiempo -porque durante muchos años no lo tuve- para dar pasos hacia cosas distintas -reconoce. Y cuando habla de "tener más tiempo" se refiere a su renuncia a "NCIS", donde estuvo por diez años en el rol de la agente especial Ziva David, serie a la que renunció hace un año y medio.

-Grabarla era muy demandante. Trabajaba entre 12 y 17 horas diarias, llegaba agotada a los fines de semana. Y eso fue lo que hice durante una década. Fue una experiencia maravillosa, desde la exigencia profesional, trabajar con gringos que funcionan en una máquina que corre a mil por hora. "NCIS" me dio muchas cosas -dice.

Tras su salida, los medios comenzaron a hablar de un eventual regreso de De Pablo como actriz invitada. Ella no cierra la puerta.

-Siempre y cuando exista una vuelta que sea buena, que valga la pena. Si no se sustenta, ¿para qué volver?

Fuera de la promoción de "Los 33", la actriz está barajando nuevas propuestas. En abril estrenó en EE.UU. una miniserie bíblica llamada "The dovekeepers" (basada en la novela de Alice Hoffman) y hace poco -cuenta- disolvió un contrato laboral que le demandaría varios meses.

-Para mí, dejar "NCIS" no fue una decisión fácil. Fue una decisión que pensé harto y al final tuve que decir que no a renovar por razones personales. Pero dejar la serie fue la decisión correcta. Es más: dejé el show en su peak, en el momento en que seguía como número uno, con 20 millones de espectadores a la semana.

EL DESARRAIGO. Aunque se fue de Santiago a los nueve años, Cote de Pablo dice que la experiencia de irse de Chile fue compleja.

 -Cuando chica fue bastante difícil, te diría que entre los 10 y 16 me sentía bastante extraña, culturalmente hablando. Crecí en Miami y para mí siempre fue un lugar muy raro. Me sentía chilena, extrañaba mucho, quería ver a mis amigas, a mi abuela, extrañaba la casa. Y a medida que me fui quedando, que fui estudiando, que empecé a estudiar teatro, me fui sintiendo mucho más americana, pero más internacional. Me gusta mucho viajar, me siento muy libre en EE.UU. Volver a Chile es increíble, pero a la vez... (hace ruido de ahogo).

Con una carrera básicamente ligada a la televisión, Cote de Pablo ha tenido la oportunidad de hacer papeles donde su origen no pesa al momento de darle un papel. Un peso con el que la mayoría de los actores en Estados Unidos debe llevar y que tiene como exponentes al mismo Antonio Banderas o a Sofía Vergara.

-Soy latina, pero no ando diciendo de dónde soy, porque antes que todo soy actriz. Como me expreso igualmente bien en ambos idiomas, es difícil entrar a etiquetarme, porque yo no lo hago. Mi carrera está hecha en base a personajes que no son latinos. Hasta el día de hoy hay mucha gente que no sabe que soy chilena. Pero estoy orgullosa de estar en esta película.