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El arzobispo y rector de la Universidad Católica de Argentina, Víctor Manuel Fernández:

"Algunos chilenos se están pareciendo a los argentinos, que siempre hemos sido agresivos, intolerantes y algo racistas"

viernes, 29 de mayo de 2015

Economía y Negocios

El Mercurio

Defiende propuesta de salida al mar para Bolivia tras cita de académicos de Chile, Bolivia y Perú, y pide evitar "expresiones de desprecio" entre países.



Después de la polémica que se generó tras la reunión de 12 académicos chilenos, bolivianos y peruanos en la Universidad Católica de Argentina, el arzobispo y rector de esa casa de estudios, Víctor Manuel Fernández, explicó a "El Mercurio" los alcances de la propuesta de salida al mar para Bolivia expuesta en algunos de los textos emitidos relativos a la cita.

Esto, luego de que académicos de Chile y Perú dijeran que no se trató el tema de una fórmula de salida al mar ni tampoco una mediación del ex Presidente uruguayo José Mujica.

Fernández planteó, respecto del documento "Acta de Buenos Aires", que agrega a la anterior "Acta de Lovaina" propuestas de orden más educativo y cultural, y que "las eventuales soluciones geopolíticas no resolverán por sí solas otras cuestiones que afectan a nuestros pueblos, como las desconfianzas mutuas, viejos resentimientos, distancias. Ello exige un camino educativo, una revisión conjunta de la historia, la elaboración de una memoria común".

Y agregó: "Cuando uno ve las opiniones de los foristas en los medios, debajo de las noticias que relacionan a Chile, Bolivia y Perú, las expresiones de desprecio mutuo a veces son muy fuertes. En ocasiones me parece advertir que algunos chilenos se están pareciendo demasiado a los argentinos, que siempre hemos sido agresivos, intolerantes y algo racistas".

-Usted les envió una carta a los presidentes de Unasur y Celac, exponiéndoles distintas alternativas para otorgar a Bolivia una salida soberana al mar (entre ellas, un corredor trinacional). Y además les solicita que pidan a Chile, Bolivia y Perú que inicien conversaciones con miras a una fórmula. ¿Cree que eso podría contribuir a solucionar un conflicto que hoy está radicado en La Haya?

-En La Haya está pendiente un trayecto del camino diplomático. Lo que se propone aquí es otra cosa complementaria: un camino amigable, sincero y honesto de diálogo fraterno, que no excluye ni suplanta los procedimientos más formales y los intereses del camino diplomático, sino que tiene otro estilo, otro lenguaje y otros ritmos. Tampoco excluye los derechos y los intereses de Chile, porque se sitúa bajo el fecundo esquema del "ganar-ganar". Esto no implica cuestionar el Tratado de Paz de 1904, porque de ninguna manera se pretende volver a la situación geopolítica previa, cuando Bolivia poseía 400 km de costa, y no excluye eventuales compensaciones a Chile -incluso, territoriales-, por lo que, de buena voluntad, pueda eventualmente ofrecer. Se trata de explorar posibilidades a largo plazo.

-Se ha comentado que el Papa le habría solicitado a la universidad contribuir a buscar una fórmula. ¿Es así?

-No es así. El Papa Francisco no solicitó esto. Cuando estábamos empezando a organizarlo, le conté lo que pensábamos hacer, y él solo me respondió: "la Universidad tiene libertad académica". Sé que él valora que las universidades y los ámbitos académicos hagan el esfuerzo de pensar posibilidades concretas que ayuden a destrabar los conflictos y que propongan soluciones alternativas.

-La Presidenta de Chile visitará el Vaticano el 5 de junio, ¿cree que esta propuesta que se ha planteado desde la universidad pueda, eventualmente, ser materia de conversación entre la Mandataria y el Sumo Pontífice?

-No lo sé. Yo envié una copia de la propuesta a la Sra. Presidenta, y además tuve una conversación extremadamente cordial con autoridades de la embajada de Chile en Argentina, explicando con mayor detalle el sentido exacto de la propuesta. De todos modos, sabemos que el Papa siempre insiste en los caminos de integración regional y en la cultura del encuentro. Él no puede entrometerse en lo que depende exclusivamente de la libre determinación de los pueblos soberanos, pero siempre puede pedir que se abran caminos de diálogo.

-Algunos historiadores participantes de la cita plantean que en el Acta de Buenos Aires no se propuso una fórmula de salida al mar ni tampoco que Celac, Unasur o el ex Presidente Mujica hagan gestiones entre Chile, Perú y Bolivia.

-En realidad, la convocatoria que se dirigió era para retomar el Acta de Lovaina, en orden a buscar el "reencuentro de Bolivia el mar" (textual). Por otra parte, el Acta de Buenos Aires dice que se inspira no solo en el espíritu, sino también en "los contenidos" del Acta de Lovaina, en orden a un "reencuentro" de Bolivia con el mar. Y el acta de Lovaina, precisamente, propone tres caminos alternativos para el reencuentro de Bolivia con el mar. Eso no se puede negar. Pero es verdad que los académicos quisieron remarcar esta vez los aspectos educativos y culturales. El primer parte de prensa que se envió resumía las propuestas sin la necesaria precisión de aclarar que estaban tomadas de las dos actas. Cuando se advirtió ese error, fue rápidamente subsanado, y ahora en la página web de la Universidad se encuentra una información más exacta con las dos actas. Con respecto a la posibilidad de acudir a la Celac y a la Unasur pidiendo que ayuden a facilitar un camino de diálogo, nunca dije que fuera un pedido del grupo. Fue solo una sugerencia de algunos que yo asumí de manera personal, como rector de la Universidad Católica.

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