Los hospitales registraron ayer en India una afluencia récord de pacientes víctimas de una ola de calor abrasador que ya se ha cobrado más de 1.700 vidas en poco más de una semana, el mayor número registrado en las dos últimas décadas. Los estados de Andhra Pradesh y Telangana (sureste) son los más afectados, con temperaturas que oscilan entre los 47 y 48 grados centígrados. En la capital, Nueva Delhi, con temperaturas de hasta 45 ºC, los hospitales tampoco daban abasto.