Con juegos y asados, los baby showers conquistan a los hombres
viernes, 29 de mayo de 2015
Economía y Negocios
El Mercurio
Les aburre que ellas hablen de los síntomas del embarazo, pero disfrutan competir por quién logra terminar primero algún brebaje en mamadera. Los hombres no solo se incorporan a la crianza de los niños, sino también a la celebración de su futuro nacimiento.
"Si vas a un baby shower tienes que estar dispuesto a gatear de un lado a otro, ponerte un chupete y comer colados", cuenta entre risas Nicolás Guajardo (29), quien ha ido a más de uno. Incluso hace unos años le tocó organizar la celebración del futuro nacimiento de su propio hijo. Decidió invitar a todos sus amigos. "Lo hicimos mixto, aunque al principio no sabíamos si iba a ser muy raro que estuviera yo y que invitáramos a más hombres", recuerda. "Pero al final es una forma de celebrar y pueden participar todos los amigos, independiente del género". Cristopher Pizarro (27) también ha ido a dos baby shower . "La primera vez dije '¡pero si esto es de puras mujeres!' y antes de confirmar le pregunté a otro amigo si él iba". Allá se dio cuenta de que habían muchos otros hombres. "Fue entretenido, participamos en muchos juegos hombres contra mujeres, como quién se demoraba menos en tomar 'roncola' en una mamadera, lo que no era fácil...". Inclusivos Según Macarena Ladevig, terapeuta familiar y de pareja, hoy la tendencia es organizar estas celebraciones con invitados de ambos sexos, dejando atrás la idea de que son exclusivamente para mujeres. "Ha crecido el interés de involucrar al padre en todos los ciclos del embarazo y la crianza de los hijos, lo que es muy positivo para padres y niños". Así, el clásico té entre amigas, donde principalmente se compartían consejos sobre embarazo y maternidad, está siendo reemplazado por eventos que incluyen amigos, compañeros de trabajo y familiares. Aunque los globos rosados o celestes y las guirnaldas con motivos de chupetes y coches siguen presentes. "Mientras haya un asado y vayan más hombres es entretenido. Si somos pocos, no", dice Diego Araya (30), quien fue a su último baby shower hace dos semanas. En su opinión, se trata de una celebración de mujeres, pero que perfectamente se puede adaptar para que sea mixta. "Por supuesto que tiene que estar el toque femenino, pero a nosotros también nos gusta el ambiente que se genera alrededor de la parrilla, tomando una copa de vino o una cerveza". Feliz recuerda cómo en un juego le achuntó exactamente a la medida de la guata de la embarazada con solo mirarla. "Todos se rieron cuando lo dije, pero ¡efectivamente eran 93 centímetros!", recuerda divertido. El ganador se llevaba la polla; todos los invitados habían apostado mil pesos". Karen Vespa, psicóloga de la Universidad Diego Portales, considera positivo que se incluya a los hombres en estas celebraciones "en la medida en que sea un rito que considere la masculinidad también y que el padre tenga tanto protagonismo como la madre". Cristopher confiesa que lo que más le gusta es escuchar anécdotas de los futuros padres, "pero cuando conversan de los síntomas de la mamá, por ejemplo, no tanto". También, dice, "tiene que ser de alguien cercano, no iría al de cualquier persona. Prefiero ir a un bar con amigos". "Lo más complicado, lejos, es la elección del regalo. No sabes los gustos y mañas de los papás, ni si les va a ser útil o no", opina Vladimir Olivares (29), quien ha ido a cuatro baby showers . Confiesa que la primera vez que recibió una invitación no le pareció raro. "Para mí era una bienvenida a la guagua, no una cosa de niñas". Aunque en todos los eventos a los que ha asistido hubo alcohol -en algunos hubo tragos más fuertes que en otros-, no los ve como cualquier "carrete", por lo que tampoco se puede tomar tanto. "Tienes que medirte, pero por eso es tan importante que haya juegos y dinámicas, así uno se relaja, se ríe y lo pasa bien".
