El uso de los medicamentos que disminuyen los niveles de colesterol se asocia a una reducción de un 30% en el riesgo de infarto cerebral en personas mayores que no tienen antecedentes de ataques cerebrales previos. Se trata de hombres y mujeres de más de 65 años que tomaban estatinas o fibratos, lográndose buenos resultados con ambos fármacos. El estudio del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (Inserm) de Francia, reclutó a 7.484 hombres y mujeres, con una edad promedio de 74 años y que fueron seguidos por casi una década. Las conclusiones del trabajo se publican en la revista British Medical Journal. A medida que los países se desarrollan más, una proporción creciente de ataques cardíacos y cerebrales se producen en las personas de mayor edad. El problema es que estas personas casi no participan en ensayos clínicos en que se prueban estas drogas, por lo que sus beneficios en ellas no se conocen. Varias evaluaciones El estudio francés incluyó a mujeres y hombres que fueron examinados cada dos años, lo que incluyó entrevistas con psicólogos y evaluaciones de su estado físico y cognitivo. También se tomaron en cuenta factores como la educación, ocupación, ingreso y estilo de vida. Después de un seguimiento promedio de más de nueve años, los investigadores constataron que quienes tomaban estatinas o fibratos redujeron en un tercio su riesgo de sufrir un infarto cerebral, comparados con quienes no usaron estos fármacos. En el caso de riesgo cardíaco no se observó ningún cambio. Después se hicieron análisis adicionales que consideraron la edad, sexo, índice de masa corporal, presión arterial y niveles de colesterol de los participantes, y los resultados se mantuvieron iguales. "Si se confirman, estos resultados son compatibles con la opinión que aconseja mantener a las personas mayores tomando medicamentos para reducir el colesterol por largos períodos de tiempo", dice Christophe Tzourio, profesor de epidemiología de la Universidad de Bordeaux y uno de los autores del trabajo. El estudio no cambiará las actuales guías en uso para el colesterol, pero los resultados "son lo suficientemente convincentes para justificar que se hagan investigaciones adicionales para probar si estos medicamentos son útiles para prevenir infartos cerebrales en personas mayores que no han tenido antes este tipo de ataques", explica Graeme Hankey, profesor de Neurología de la Universidad de Australia Occidental, quien escribió un editorial sobre el tema en la revista. Mientras tanto, advierte el especialista, los médicos y los pacientes deben saber que la decisión de tomar este tipo de fármacos como prevención primaria de problemas vasculares en mayores de 75 tendrá que seguir basándose en un sólido juicio clínico, después de considerar el riesgo vascular que tiene cada persona con o sin medicamentos, sus posibles riesgos adversos y las prioridades y preferencias de tratamiento del propio paciente.