Hijo de Manuel Cruzat: "La querella del SII constituye una enorme arbitrariedad. Mi padre no conocía de estos contratos"
domingo, 10 de mayo de 2015
Economía y Negocios
El Mercurio
Gonzalo Cruzat dice que acción penal complica nuevos negocios.
Fue el mayor empresario del país en la década del 70, con una fortuna que llegó a representar el 5% del PIB de Chile de esos años. Hoy a Manuel Cruzat Infante poco le queda de ese patrimonio y desde el 23 de abril pasado ha vuelto a la palestra pública por la querella presentada en su contra por el Servicio de Impuestos Internos (SII). El organismo lo acusa de delitos tributarios al usar forward con el grupo Penta, en una acción penal que incluye también a Juan Braun Lyon y a Gregorio Valdés Correa, así como a históricos colaboradores de las empresas de Cruzat, como los gerentes Iván Rojas y Mauricio Pinto, ambos de CB. El SII denuncia la existencia de 76 contratos forward entre sociedades del grupo CB y Penta, los que tenían por objetivo "pagar bonos a sus ejecutivos (de Penta) y efectuar traspasos de dinero cuyo motivo se desconoce; todo ello, a cambio del pago de un porcentaje de dinero o comisión". El perjuicio fiscal por estas operaciones asciende, según Impuestos Internos, a $2.471 millones. La empresa de Cruzat más implicada en estas operaciones con Penta es CB Consultorías y Proyectos. El SII constató la existencia de 62 contratos que "generaron pérdidas ficticias (para Penta) por un monto total de $3.011,3 millones". Hay además tres operaciones de Penta con Forestal Valparaíso, por $165 millones; otros 10 contratos con sociedades ligadas a Iván Rojas, gerente general de CB Consultorías y Proyectos, así como otro contrato vinculado a Mauricio Pinto, gerente de la misma firma del grupo Cruzat hasta 2012. Pero Gonzalo Cruzat Valdés, hijo del empresario, señala: "La querella constituye una enorme arbitrariedad de parte del SII, porque Manuel Cruzat Infante, mi padre, no conocía de estos contratos ( forwards ) y además estos fueron incluidos en la declaración de impuestos respectiva". Según este abogado, el caso ha implicado dificultades en el acceso a financiamiento, así como la detención de nuevos negocios, los cuales no detalló. ¿Sabía o no sabía? Según conocedores del proceso, Cruzat Infante no sabía de estos contratos. Cuando estalló el caso Penta y se supo de la utilización irregular de contratos forward para pagar compensaciones y bonos a ejecutivos del grupo ligado a Carlos Alberto Délano y a Carlos Eugenio Lavín, el actual gerente de CB, Iván Rojas, le habría informado a Cruzat Infante que en sus empresas había también forward de Penta. Esto ocurrió en los primeros días de enero de 2015. Estos cercanos a Cruzat indican que Rojas le contó que Hugo Bravo (ex gerente de Penta) contactó inicialmente a Mauricio Pinto -que está fuera del grupo desde 2012 por problemas de salud- para pagarle bonos a un selecto grupo de ejecutivos del grupo Penta, a través de forward , principalmente por medio de CB Consultorías y Proyectos. Se usaba este mecanismo para que los otros ejecutivos del conglomerado no supieran cuánto era el incentivo que les pagaba Penta y así evitar suspicacias entre colegas, dicen en el grupo Cruzat. En su declaración ante el SII, Iván Rojas dice: "Me enteré del tema en 2008 por Mauricio Pinto, quien es un ejecutivo que ha trabajado por años con don Manuel Cruzat", quien le informó que "se trataba de pagos para ejecutivos de empresas Penta y que por un tema de confidencialidad de la información se tenía que hacer de esa forma. Era un pago a ejecutivos selectos, no todos, yo entendí que eran bonos". Un contacto desde la universidad Según declaró Hugo Bravo en enero de este año, Mauricio Pinto había sido compañero de universidad de Carlos Alberto Délano. Y este último "le mencionó (a Pinto) si podíamos hacer negocios de través de contratos forward , utilizando el procedimiento de antedatar las fechas para producir utilidad o pérdida con los contratos forward y así utilizar recursos para básicamente bonos o para los fines que tanto Carlos Alberto o Carlos Eugenio tuvieran en mente... Con esto se paga el 20% de impuesto (que es lo que se tributa si se es una empresa) y no el 40% (impuesto a las personas)". Según CB, las empresas de Cruzat Infante solo eran intermediarios y prácticamente no obtenían ganancias de ello. Pero otros ejecutivos dicen que había un pago de "comisiones" que iban para Iván Rojas y Mauricio Pinto, del cual no existe claridad en el grupo Cruzat. Los asesores de Manuel Cruzat explican que en Penta los contratos forward "se iban a negro"; es decir, no se declaraban ante el SII y desde el punto de vista tributario eran "platas negras". Pero las operaciones de CB sí se declararon en el SII, precisando que con ellas se obtuvieron ganancias de $16 millones por parte de CB Consultorías y Proyectos y de poco más de $100 mil en el caso de Forestal Valparaíso. Cómo funciona un forward El forward es un contrato a plazo entre dos partes de compraventa de un activo a precio fijado en divisas -dólares-, precisando una fecha futura en que se cerrará la transacción. El forward supone que dicho valor de compraventa se mantiene, independientemente de la fluctuación que tenga la moneda en el mercado, por lo que entre las partes habrá una que "gane" en la transacción, si fue quien compró más "barato" que el valor que se dio en el mercado, y la otra perdió. El presunto delito consistiría en que se falseaba la fecha de los forward , por lo que se conocía de antemano el valor del dólar de mercado, de modo que Penta apareciera como la parte que "perdía" en la mayoría de estas operaciones y así rebajaba impuestos. El ex gerente de Penta, Hugo Bravo, explicó al SII cómo funcionaba en este caso: "Se trataba de hacer una pérdida en la diferencia del tipo de cambio que sufría el dólar en un período determinado" y que "dicha diferencia después era ganada en una operación inversa por quien recibía el bono o estaba retirando dinero desde su sociedad".
