Dólar Obs: $ 950,77 | -0,31% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.232,24
IPC: 0,40%
Hacia un Santiago de calidad mundial

Un colegio en el origen del Barrio Patronato

sábado, 02 de mayo de 2015

Economía y Negocios

El Mercurio




El barrio que se despliega al norte del Mapocho, entre Patronato y Pío Nono, es hijo de una de las mejores iniciativas sociales que ha conocido la ciudad. Ante las carencias del mundo obrero, y por el llamado del Papa León XIII, surgieron los patronatos; el de este barrio, de 1890, fue el primero de Chile.

En medio de la gran ciudad anónima y desigual, pensadores católicos de Francia y Bélgica promovieron la creación de barrios donde las personas -como en las aldeas de provincia- realmente con-vivieran y tuvieran todo en un territorio propio.

En una época en que Chile contaba con una mayoría de su población sin acceso a él, ni a vivienda ni a salud, nacerá, en varias hectáreas al norte del río, el Patronato de Santa Filomena que ahí construye conjuntos de viviendas básicas -hoy de alta demanda entre familias peruanas ya asentadas en el país-, Capilla, policlínico, Círculo Social, club deportivo, teatro, asilo de viudas y una escuela pública, la Nº 42, administrada por este Patronato. También contaba con escuela de Artes y Oficios, práctica y técnica, de 11 a 16 años -con sus talleres propios-, y una sección Técnica vespertina para obreros. La educación era fundamental, la herramienta para facilitar el acceso a un empleo y a una vida digna.

El rector de la Universidad Católica, monseñor Carlos Casanueva, uno de sus impulsores siendo joven, nunca perdió el interés en el lugar, y lo siguió desarrollando con la colaboración de alumnos del Colegio San Ignacio y de la misma universidad. Ya en 1947, anciano y enfermo logra traer los primeros cinco religiosos josefitos de Murialdo, italianos: había otras órdenes ya en Chile, pero tras conocer su labor en las barriadas de Buenos Aires los quiso solo a ellos para legarles el lugar.

Los religiosos, como esperaba monseñor Casanueva, transformaron la escuela en un prestigiado liceo, el Leonardo Murialdo, que en 1953 fue declarado "cooperador del Estado", atrayendo más y más niños de todo Santiago Norte, con una educación de calidad para más de 1.600, gratuita para muchos; en promedio, 19 mil pesos mensuales por alumno. Quedan, del pasado, unas palmeras, una imagen de la Virgen, un busto de Monseñor Casanueva y otro de Juan Enrique Concha, el millonario benefactor y presidente del Patronato por treinta años, también colaborador de la vecina Población León XIII , en el corazón del Barrio Bellavista.

A los pies del San Cristóbal, cuya imagen domina las canchas deportivas y los patios del histórico liceo, se despliegan algunos edificios reciclados del viejo Patronato, y varios de las décadas recientes, obras de un destacado arquitecto y ex alumno, Humberto Eliash. En las cercanías se ven todavía algunos de los conjuntos de vivienda social, como los de la calle Sagrado Corazón, de unidades pequeñas pero sólidas y bien proyectadas, muy demandadas por familias peruanas radicadas en el país.

El próximo mes se celebran 125 años desde el origen de la institución solidaria, de una trayectoria que, como otras similares, debiera estar visible en la estación de Metro del sector, la que aquí se llama, justamente, Patronato.

Más información: www.liceomurialdo.cl

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia