Casa parroquial acogerá hogar de sacerdotes ancianos

domingo, 19 de abril de 2015
Economía y Negocios

El Mercurio

-En lo administrativo, donde también se comprobaron manejos discrecionales de las finanzas, ¿ha hecho cambios?

-Recibí la parroquia sin secretario. Había sido despedido por un tema gravísimo: recibió un arma, no la entregó a Carabineros e incluso intentó venderla. Busqué secretaria y administradora, cargo que no existía. No he despedido a nadie, se ha ido dando una sana renovación y administración, con un consejo parroquial y un consejo económico que formé.

-¿Qué pasó con las propiedades dentro y fuera de los límites de la parroquia?

-Todos los bienes estaban a nombre de la Pía Unión Sacerdotal, y al disolverse pasaron al Arzobispado, que determinó diferentes usos para cada uno. Él debe decidir sobre las casas chicas (que usaron la madre y hermana de Karadima), que están vacías, y se ha remodelado la casa parroquial donde vivimos los curas que trabajamos aquí, para acoger un nuevo hogar de sacerdotes viejos que comienza a funcionar este mes. Esa fue la voluntad de la donante de este terreno, Loreto Cousiño, y de los primeros párrocos, Daniel Iglesias y Alejandro Huneeus.

-¿Qué resguardo ha tomado?

-Transparencia total y rigurosidad, de acuerdo al plan que el Arzobispado nos ha trazado a todas las parroquias, sus auditorías, pero sobre todo que la gente sepa y se haga responsable de cuidar y mantener su parroquia. Un grupo de laicos ve el tema económico, otro las colectas, otro el 1%. Hemos hecho algunas obras; recuperamos el baptisterio con sus pinturas de Fray Pedro Subercaseux y que estuvo cerrado por 40 años. La gente no lo conocía, y estamos peleando ahora por una nueva iluminación.

-¿Le falta dinero? ¿Bajaron las cuantiosas donaciones que recibía esta parroquia?

-No conozco todas las cifras anteriores, sí la del 1% y bajó a la mitad. Había mucha población flotante y este barrio se ha ido envejeciendo y también rejuveneciendo con gente muy joven. Pero logramos juntar los casi $50 millones para el baptisterio.