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Cómo Caval se enteró de que se ofrecían terrenos en Machalí

lunes, 16 de marzo de 2015


El Mercurio

Cercanos a la operación señalan que los dueños de Caval supieron de la venta de estos terrenos casi por casualidad, mientras realizaban un trabajo de asesoría para Gonzalo Vial Concha.
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Antes de que se destapara el caso, la empresa Caval no era conocida en la Sexta Región. Por ello, la forma como se contactó con el síndico a cargo de liquidar los terrenos de la familia Wiesner, Herman Chadwick, ha generado una serie de especulaciones.

Cercanos a la operación señalan que los dueños de Caval supieron de la venta de estos terrenos casi por casualidad, mientras realizaban un trabajo de asesoría para Gonzalo Vial Concha, socio de Inversiones Graneles Limitada, en Machalí.

Otra versión indica que los socios de Caval supieron que Wiesner estaba liquidando sus terrenos a través de los avisos que se publicaron en la prensa para informar del remate de un predio de 20 hectáreas que se adjudicó el empresario Luis Muñoz.

¿Por qué los predios no fueron adquiridos por los empresarios inmobiliarios más conocidos de la zona? Algunos empresarios de la región que atendieron el llamado telefónico de Chadwick son Pedro del Real y Miguel Martínez, ambos del rubro inmobiliario. Pero ninguna de estas gestiones tuvo éxito. Fuentes de la zona indican que, en ambos casos, se consideró que el precio que estaba pidiendo Chadwick era inusual para ese sector. En 2012, Luis Muñoz había pagado $20 millones por hectárea y, ahora, Chadwick estaba cobrando cerca de $150 millones por hectárea en la misma zona, que es lo que terminó pagando Caval.

Respecto de por qué Caval llegó a Hugo Silva también hay varias teorías. Esta firma también sondeó a varios empresarios de la zona, como Gonzalo Vial Concha, quien fue uno de los primeros contactados. Sin embargo, el empresario no contaba con caja en ese momento y, además, ya tenía 100 hectáreas en la zona desde el año 2000.

Vecinos de la zona señalan que Hugo Silva es un experto conocedor del negocio inmobiliario y que difícilmente podría haber sido engañado en esta operación.

Pero, hay diferentes visiones sobre si lo que pagó era adecuado o no. Algunos dicen que el precio pagado por hectárea ($215 millones) es consistente con otras ofertas que circulaban por terrenos similares, también al borde de la Carretera. Otros, en cambio, sostienen que ya era un exceso pagar $147 millones por hectárea, y que un buen precio cuando Caval compró era de $40 millones la hectárea.

Pero para Caval los predios valían los $147 millones por hectárea. Una fuente indica que era tal la decisión de esta firma por hacerse de esos predios, que subió varias veces la puntería de su oferta. En abril y en julio de 2013 puso sobre la mesa ofertas que no fueron suficientes para concretar la transacción, hasta que finalmente terminaron por ofrecer los $6.500 millones.

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