miércoles, 28 de enero de 2015
David Reyes y Andrés Lalanne
El Mercurio
Un nuevo golpe de timón del actual presidente de la concesionaria convertirá a Universidad de Chile en la primera S.A. de fútbol controlada por un solo accionista, pues junto a los papeles de su primo Carlo Solari sumará el 57,6% de la propiedad.
- La lucha palmo a palmo por el control en la U
Carlos Heller se lo había prometido a su padre antes de morir. Lo había intentado en 2004, cuando fue postulado por un grupo de ex jugadores encabezados por Carlos Campos, pero no cumplía los requisitos para ser presidente de la U. Lo intentaría un par de veces después, en la era de Azul Azul, hasta que lo logró en abril del año pasado, y ayer dio el paso más importante para consolidarse como el hombre fuerte del club, al lanzar, a través de LarrainVial, una Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el 10,29% de las acciones de José Yuraszeck, su último rival en la mesa de la sociedad anónima.
Con ello, Heller, que ya poseía el 39,9% de los papeles de la concesionaria, superará el 57,6% del total, pues se debe agregar el 7,42% perteneciente a su primo Carlo Solari. Control absoluto e incontrarrestable para imponer sin contrapesos sus planes.
La promesa de compraventa, que ya fue informada a la SVS, comenzará a ser válida a partir del lunes. El acuerdo entre Inversiones Alpes, perteneciente a Heller, e Inversión Santa Cecilia, propiedad de Yuraszeck, es por el total de las 3.757.904 acciones de este último, las que se acordaron en un precio de $1.100 cada una. Un transferencia que supera los 4 mil 133 millones de pesos y que estará abierta hasta el 4 de marzo, si es que otros accionistas quieren aprovechar la oferta.
Con esto, Yuraszeck se va de la U, siguiendo los pasos de Federico Valdés y Carlos Alberto Délano, con quienes configuró un bloque que se las arregló para imponerse a los designios del empresario ligado a la hípica, incluso cuando era el mayor accionista individual.
El ex gerente de Chilectra se convirtió en la única oposición al actual timonel, pero cada día se vio más aislado en la dirigencia y la relación se fue desgastando, en medio de acusaciones de filtrar informaciones cruciales a la prensa. El último capítulo público de estos desencuentros ocurrió cuando Yuraszeck envió una carta a “El Mercurio” en la que confirmaba que el terreno por el que se decidió el club para construir su estadio estaba en La Pintana, un anuncio que esperaba hacer el actual timonel.
Esto produjo una agria discusión del saliente director con Mario Conca, en la que salió a colación el incidente en que este último terminó detenido en un cuartel de policía en Antofagasta, acusado de sustraer las fichas de un casino. Fue la polémica final que llevó a Yuraszeck a desprenderse de sus acciones en la U y dejar el poder total en manos de Heller.
