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Los republicanos, que ahora dominan las dos cámaras del Parlamento, rechazaron la iniciativa:

Reforma migratoria por decreto de Obama favorecerá a cinco millones de indocumentados

viernes, 21 de noviembre de 2014

Economía y Negocios

El Mercurio

El Mandatario dijo anoche que no se trata de una amnistía, sino de una medida "moderada y de sentido común".



En un claro desafío a los republicanos que dominan el Congreso estadounidense, el Presidente Barack Obama dijo anoche a la nación que la hora de cambiar el sistema de inmigración es ahora y anunció una serie de decretos que permitirán reformar el sistema migratorio del país y regularizar a más de cinco millones de inmigrantes indocumentados, la mayor cantidad desde que Ronald Reagan benefició a unos tres millones en 1986.

En un discurso de 15 minutos pronunciado desde la Casa Blanca, Obama expresó que no tiene sentido perseguir y deportar a millones de personas que viven ilegalmente en el país. Aclaró que no es una amnistía, como esgrime la oposición republicana, sino una medida "moderada y de sentido común".

El Mandatario destacó que la "alternativa de reunir y deportar millones de personas no es realista", y por ello decidió firmar un paquete de medidas que permitirán a los indocumentados "salir de la sombra y ponerse al día con la ley".

Estas nuevas medidas otorgarán un estatus legal temporal a los 3,7 millones de inmigrantes indocumentados cuyos hijos son ciudadanos estadounidenses o tienen permanencia legal, y viven hace cinco años en el país. Así evitarían ser deportados y podrían trabajar legalmente quienes no tengan antecedentes criminales.

Otros 1,5 millones de inmigrantes ilegales -del total de 11,2 millones- quedarían regularizados por las modificaciones a la Acción Diferida (DACA), una norma que desde su entrada en vigor en 2012 ha evitado la deportación de más de 580.000 jóvenes indocumentados que llegaron a EE.UU. cuando eran niños. Ahora podrán optar a este beneficio los mayores de 31 años y quienes llegaron al país antes de enero de 2010.

El plan de Obama incluye la ampliación de las visas para trabajadores altamente cualificados, modificaciones en los procedimientos de detención de inmigrantes a nivel federal y el refuerzo de la seguridad en la frontera.

Exceso de poder

La oposición alegó que con esta acción unilateral Obama está sobrepasando los poderes que tiene atribuidos, luego de que por más de un año los republicanos bloquearan la iniciativa del Mandatario en la Cámara de Representantes, pese a que había sido aprobada por el Senado, que hasta hace dos semanas era dominado por los demócratas.

"Si actúa con un decreto ejecutivo, Obama no estará actuando como Presidente, sino como un monarca", escribió el senador republicano Ted Cruz en un artículo. Algunos dirigentes de su partido incluso adelantaron que podrán bloquear en el Congreso cualquier previsión presupuestaria para la aplicación de las medidas, mientras que otros han mencionado la posibilidad de iniciar un juicio político contra el Mandatario.

Mitch McConnell, líder del Senado entrante, aseguró que están "considerando una variedad de opciones" para enero, cuando asuman los representantes recién elegidos.

Obama respondió anoche que "a aquellos miembros del Congreso que ponen en duda mi autoridad para hacer que nuestro sistema de inmigración funcione mejor, o que cuestionan mi prudencia para actuar donde el Congreso no lo ha hecho, les tengo una respuesta: aprueben una ley".

Las medidas dictadas ayer podrían definir el modo con que operará Obama en los dos años de mandato que le restan y también su legado. Además, la recepción que tenga el nuevo plan entre los latinos será clave para que los demócratas conserven el voto determinante de esta minoría en las presidenciales de 2016.

Los abogados de la Casa Blanca han salido a hacer frente a las críticas, asegurando que Obama sí tiene facultades constitucionales para decretar las medidas, e incluso el vocero gubernamental, Josh Earnest, señaló que el caso tiene varios precedentes. "Presidentes desde Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Reagan y los dos Bush dictaron medidas (por decreto)", aclaró.

La reforma migratoria fue la principal promesa de Obama en la campaña para su reelección en 2012. La legislación había sido aprobada por el Senado en junio de 2013, pero quedó atascada en la Cámara de Representantes.

Hoy, el Mandatario viajará a Las Vegas para conseguir apoyo para su plan y explicar por qué actuó sin el Congreso.

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