viernes, 24 de octubre de 2014
Marco Gutiérrez V.
Economía y negocios
Resultado en casas y departamentos nuevos en el Gran Santiago se explica por menores expectativas y débil demanda de inversionistas.
Menores expectativas de los consumidores respecto de la economía, mayores restricciones al financiamiento hipotecario y la reducción de la demanda de parte de inversionistas individuales. Esos fueron algunos de los factores que explicaron que las ventas de viviendas nuevas del tercer trimestre en el Gran Santiago disminuyeran 0,5% anual y 10,9% respecto de abril-junio pasado, tras comercializarse 9.301 unidades.
Esta fue la primera baja del año de acuerdo con cifras de GfK Adimark y la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), que trimestralmente realizan un balance del sector.
El segmento más afectado por el retroceso de la demanda en julio-septiembre fue el de menor a las dos mil UF, que reportó 3.275 unidades comercializadas, cayendo 17,7% frente al segundo trimestre y 11% respecto del tercer trimestre de 2013.
Por el contrario, los rangos de precio de dos mil a cuatro mil UF subieron frente al tercer trimestre del año pasado, al igual que todos los nichos sobre las seis mil UF.
El gerente de Estudios Inmobiliarios de GfK Adimark, Javier Varleta, comentó que el año pasado ingresaron muchos proyectos en Santiago Centro y que la demanda de estos se vio alentada especialmente por inversionistas (para la renta). Pero estos mismos redujeron su demanda en los últimos meses de 2014.
El director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Vicente Domínguez, comentó que existen mayores restricciones de parte de los bancos para otorgar créditos y que están requiriendo más ahorro previo. Esta situación, precisó, afecta con fuerza al segmento bajo las dos mil UF.
Otro factor, indicó Domínguez, es que “si bien la desocupación no ha saltado, no ha llegado a su plenitud, hay un problema de expectativas, y eso es importante en la adquisición de un bien que compromete recursos en el largo plazo”.
El incremento de precios de las viviendas nuevas también es una de las razones que explican la disminución de las ventas, añadió Domínguez.
A mediados de 2011, el valor promedio de las viviendas en el Gran Santiago bordeaba las tres mil UF, mientras que en el tercer trimestre de 2014 cerró en 3.989 UF, según los datos de GfK Adimark. De este modo, en el período se registró un salto de 33% en dicho precio.
Pese a la baja registrada en julio-septiembre, en los nueve primeros meses del actual ejercicio las ventas se elevaron 5,27% anual, tras totalizar 29.716 unidades. Pese a ello, en la ADI estimaron que la comercialización —en volumen— al cierre de 2014 sería más baja que la registrada en 2013, cuando se colocaron 37.381 unidades en la capital.
Oferta y nuevas obras
En este escenario de menores ventas, la oferta de viviendas nuevas (entrega inmediata y en verde) llegó a 27.788 unidades en el último trimestre, lo que significó un incremento de 9,8% frente a abril-junio y de 5,1% en doce meses.
Otro dato destacado fue que en el tercer trimestre se incorporaron a la oferta 82 nuevos proyectos, lo que significó un fuerte aumento respecto de las 66 iniciativas del segundo trimestre de este año. De 2011 a la fecha, el promedio de ingreso de nuevas obras es de 69 unidades trimestrales.
Domínguez precisó que para los próximos meses se debe ver el efecto en el mercado de la aplicación del IVA a la venta de viviendas —incluida en la reforma tributaria— que comienza a regir en plenitud en 2017. Para sortear ese efecto, las inmobiliarias deben contar con los permisos de edificación antes del 31 de diciembre de 2015 y colocar a la venta los productos previo al último día de diciembre de 2016.
