Dólar Obs: $ 974,97 | -1,02% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.202,53
IPC: 0,40%
Bolsas latinoamericanas, buscando oportunidades

martes, 30 de septiembre de 2014

Félix Lorenzo
Gerente de la Región Andina de LarrainVial Asset Management


Recientemente hemos visto una corrección en las bolsas latinoamericanas, explicada en gran parte por factores que han afectado a todos los mercados emergentes, pero también por otros elementos idiosincráticos de la región.

Las bolsas de mercados emergentes han experimentado una corrección por la expectativa de un alza anticipada de tasas por parte de la Reserva Federal de EE.UU. y por el nerviosismo sobre el crecimiento de China. Esto último plantea interrogantes sobre el ciclo mundial de materias primas, lo que afecta a las principales exportaciones de algunos países emergentes.

En Latinoamérica, hay que tener en cuenta las distintas realidades de los principales mercados de la región. México y Chile están llevando a cabo importantes reformas, en direcciones ideológicas opuestas, por lo que se espera tengan un impacto muy distinto en sus respectivos mercados. En Brasil y Perú los procesos eleccionarios, presidenciales en el primer caso y regionales en el segundo, determinarán en gran medida la evolución de sus bolsas. De manera general, en la región hay que privilegiar economías con mayor solidez y que estén en un proceso de reactivación, como es el caso de México y Colombia. Asimismo hay que tener en cuenta que tras la corrección de los mercados, se abren oportunidades para entrar a precios atractivos.

Vemos oportunidades en México, cuya economía debería beneficiarse en el corto plazo de la recuperación de EE.UU. y de su mix de exportaciones, que cuenta con mayor valor agregado y es menos dependiente de materias primas y, por tanto, de China. En el mediano plazo, las reformas estructurales con un foco pro-crecimiento, dentro de las que destaca la reforma energética, incrementarán el crecimiento potencial de su economía.

Colombia presenta interesantes alternativas de inversión, luego de la corrección de su bolsa y la depreciación de su moneda. Su sector exportador se verá beneficiado de la recuperación de EE.UU., su principal socio comercial. En el corto plazo, hemos visto una reactivación de la economía liderada por el sector construcción. Esto se debe a la ejecución de un ambicioso plan de concesiones de autopistas por USD 25.000 millones, orientado a mejorar la competitividad del país. Por otro lado, dada la mejora en la confianza de los consumidores y la estabilidad del empleo, esperamos una recuperación del sector retail y un buen desempeño en el sector bancario. Adicionalmente, el proceso de paz tendría un impacto positivo en la economía del país, al liberar gasto público ahora destinado a seguridad e incrementar el atractivo para la inversión extranjera directa.

Respecto a Brasil, la bolsa se ha estado moviendo de acuerdo a los resultados de las encuestas sobre las elecciones de octubre. El proceso eleccionario promete ser bastante competitivo y el mercado ha castigado cuando las encuestas dan por ganadora a Dilma Rousseff. Por lo tanto, continuaremos viendo volatilidad en el corto plazo, mientras que el desempeño accionario para el mediano plazo dependerá de la capacidad de la nueva administración de realizar ajustes creíbles. El consenso del mercado espera un débil crecimiento de 0,3% para este año producto de la caída en la actividad manufacturera, el deterioro de la confianza y las débiles condiciones crediticias para los consumidores, junto con el incipiente debilitamiento del mercado laboral. El nuevo gobierno deberá hacer frente a cuentas fiscales deterioradas, explicadas en parte por la gran cantidad de subsidios estatales. De esta forma, pese a los resultados electorales, Brasil deberá atravesar un doloroso periodo de ajuste que debería tener un impacto negativo en el desempeño de la bolsa en el mediano plazo.

La economía peruana se ha visto afectada por la caída en los precios de las materias primas dada la debilidad del sector industrial chino y la apreciación del dólar. Por otra parte, el bajo apoyo presidencial y los numerosos cambios de gabinete han mermado la confianza empresarial y del consumidor. Mirando hacia adelante, su economía debería mejorar progresivamente a partir de 2015, una vez que entren en operación proyectos mineros actualmente en etapa de construcción. En consecuencia, la bolsa peruana seguirá mostrando volatilidad influida por el desempeño de las materias primas, por lo que no vemos oportunidades claras en el corto plazo.

Finalmente, la economía chilena ha mostrado una caída abrupta en la inversión, afectada también por perspectivas débiles para la minería. A esto se suma una creciente desaceleración del consumo. El profundo proceso de reformas estructurales que se está llevando a cabo ha acentuado la desaceleración, afectando de manera generalizada los niveles de confianza. Aprobada la reforma tributaria, aún queda la discusión de la reforma laboral y la posible regulación a sectores específicos, lo que sigue pesando sobre las acciones locales. Por esta razón, a menos que algún evento gatille la recuperación no estamos optimistas respecto a la evolución de la renta variable chilena.

La selectividad es clave en la región y vemos oportunidades claras de inversión en el corto plazo en las bolsas de México y Colombia.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia