lunes, 12 de agosto de 2013
Antonia Eyzaguirre
Economía y Negocios
Las denuncias con mayor incremento son las relacionadas con el daño moral que afecta a los trabajadores, ya sea de jefes a subalternos, o como también entre los mismos pares.
Los trabajadores que conviven con el mobbing —o bullying laboral— tienen 73% más de probabilidades de enfermarse y 54% más opciones de pedir licencia, según cifras de Alfa Consulting. Y el número de denuncias de este tipo en Chile está al alza. Las acusaciones hoy van más allá de problemas con las remuneraciones o las vacaciones: apelan al “daño moral”. Y el problema es transversal dentro de la empresa, no vertical como hace unos años.
La evolución de las denuncias en torno al maltrato son una señal evidente de un mayor nivel educacional y cultural, que conlleva una mayor conciencia de los derechos que se tienen y la posibilidad de ejercerlos, dice Ignacio García, abogado laboral de Baker & McKenzie. Y agrega: “El nivel de cumplimiento normativo de las empresas ha subido mucho, por lo que es menos frecuente que haya incumplimientos laborales flagrantes —como problemas con los pagos o días libres—, pero las demandas por daño moral o infracción de derechos fundamentales ha aumentado considerablemente”.
Tanto la cantidad de denuncias por vulneración de la vida, integridad física y síquica de los trabajadores, como las por acoso laboral que se hacen frente a la Dirección del Trabajo, han aumentando. Las primeras crecieron 14%, pasando de 1.137 en 2010 a 1.300 en 2012, y las segundas un 19%, con 2.514 el año pasado.
Motivos de maltrato
Si bien es más frecuente que el mobbing se dé en relaciones de jerarquía, es decir, de empleadores a empleados y que las denuncias sean principalmente por burlas por la apariencia física de las personas, por denigrar su condición social o por menoscabar la capacidad cognitiva de la persona; hoy ocurre mucho de esto entre los mismos pares e incluso, aunque menos común, desde los subordinados hacia los jefes, aseguran los expertos. Otro de los motivos de hostigamiento puede ser la falta de habilidades sociales de un trabajador que está muy enfocado en su desarrollo profesional, apunta Lucas Canevaro, managing director de DNA Human capital. Y María Eugenia Miranda, gerenta general de Alfa Consulting, complementa: “En las empresas cuya estructura organizacional es muy vertical, rígida y sus líderes son autoritarios, existe la tendencia a encontrar más casos de mobbing”.
Evitar el maltrato
Las empresas deben transmitir desde el inicio sus valores y principios y así educar a los colaboradores en el respeto mutuo y el fomento de un ambiente de trabajo digno y constructivo, recomienda García. Y agrega que es importante que cualquier infracción a las normas de conducta fomentada por la compañía pueda ser informada por los trabajadores sin temor a represalias, y que la empresa se haga cargo de sancionar, sin importar de quien vengan. “Tener una línea que permita denuncias anónimas, procedimientos de investigación y sanción claros y efectivos, cursos de capacitación sobre la conducta al interior de la empresa, son algunas de las maneras en que las empresas hacen frente a estos temas”, advierte.
Canevaro dice que no se puede asumir este hostigamiento como parte natural del trabajo ya que si bien se puede sobrellevar por un tiempo, “el estrés que provoca, inevitablemente afectará el rendimiento de las personas”. Y por eso enseñar sobre el límite de poder de las jefaturas y los canales de denuncias es un ítem importante en las instituciones.
