jueves, 16 de mayo de 2013
Marina Alías
Economía y Negocios
La cartera estaría dividida en dos subsecretarías. Por un lado, Ciencia, Tecnología e Innovación y, por otro, Educación Superior, área que sería transferida desde el Mineduc.
Desde que el pasado 22 de enero se conocieron los 15 integrantes que constituirían la Comisión Asesora Presidencial en materia de ciencia, tecnología e innovación y luego de casi cuatro meses de trabajo, la nueva instancia entregó el informe final al Presidente Sebastián Piñera, en el que se plantea la modernización de la institucionalidad de las disciplinas mencionadas.
El documento se denomina "Institucionalidad de la Ciencia, Tecnología e Innovación" y, para avanzar a una "organización mejor", propone la creación de un nuevo ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación Superior.
"No se puede eludir la responsabilidad de discutir estos temas con sentido de urgencia, ya que la actual institucionalidad hace rato que viene haciendo agua, y el futuro del país en buena medida va a quedar condicionado por el rumbo que se tome en estas materias", expresó Hernán Cheyre, vicepresidente ejecutivo de Corfo y secretario ejecutivo de la Comisión.
Subsecretarías
El nuevo ministerio estaría dividido en dos bloques. Por un lado, una subsecretaría de Educación Superior, que concentraría las competencias en torno a ese ámbito y que serían transferidas desde el Ministerio de Educación actual.
Por otro, una subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, donde se crearía una división con el mismo nombre encargada de diseñar políticas que guíen estas materias.
Según la Comisión Asesora -que elaboró previamente un diagnóstico sobre la estructura institucional vigente-, el traspaso de Educación Superior al nuevo ministerio propuesto responde a la necesidad de que la formación de capital humano del país no quede desconectada de la ciencia, de la transferencia tecnológica y de la innovación.
"El hecho de que actualmente estén radicados en ministerios diferentes genera descoordinaciones y conflictos que no permiten aprovechar la generación de conocimiento de frontera como fuente de desarrollo social, creativo y económico del país", señalan en el documento.
Además, la subsecretaría de Educación Superior estaría organizada en tres divisiones a cargo de: diseño de la política de educación universitaria; política de educación superior técnica no escolar y una tercera -transversal a ambas subsecretarías- se encargaría de medir y evaluar el trabajo de implementación de las políticas llevado a cabo desde las respectivas agencias, junto con otras tareas como la medición, elaboración de estudios y difusión de información.
Dos agencias estarían a cargo de la implementación de las políticas en el área de Educación Superior: la Agencia Nacional de Acreditación y la Agencia de Financiamiento Institucional y Estudiantil. A estas suman la Superintendencia de Educación, para fiscalizar el cumplimiento de la ley.
Cambios
Bajo la subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación operará Conicyt -que hoy depende del Ministerio de Educación-, comisión que absorbería a la Iniciativa Científica Milenio.
También se propone la separación de InnovaChile de Corfo con el fin de independizar las actividades que fomentan la innovación de las del emprendimiento, que continuarían en el Ministerio de Economía. Esta última cartera tendría, además, una nueva subsecretaría de emprendimiento y competitividad.
Finalmente, se propone reformular el actual Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad. La propuesta plantea convertirlo en un órgano asesor permanente del Presidente de la República, que durante el primer año de mandato entregará su visión sobre estas materias.
Tópicos que no quedaron totalmente zanjados Si bien la nueva estructura institucional señala un norte hacia el cual se recomienda avanzar, no todos los temas quedaron absolutamente zanjados.
Entre las áreas que los expertos creen que se deben seguir trabajando para encontrar la solución más adecuada se cuentan los mecanismos de coordinación con los gobiernos regionales, la incorporación eventual de una división que fomente el desarrollo digital del país, la articulación en temas de competitividad y la coordinación y ordenamiento de los institutos públicos normativos, tecnológicos y de investigación.
Así también quedaron pendientes temas como la estructura de funcionamiento de los "intermediarios del conocimiento", como Fundación Chile; la separación entre grados académicos y habilitaciones profesionales, con el propósito de acelerar la inserción laboral de los profesionales universitarios; la formación de profesores en ciencias, y la incorporación de los museos de ciencia a la formación y difusión científica.
El informe de la Comisión Asesora convocada por el Presidente en el mes de enero, plantea que, en la medida en que se logre consenso para avanzar en las materias que los expertos plantean, los distintos temas deberán ser abordados según la estructura que se opte por construir.
