domingo, 13 de enero de 2013
Valeria Ibarra
Economía y Negocios
Ex titular de la SVS asegura que no se apropió indebidamente de US$42 millones como lo acusa el dueño del Museo de la Moda.
Hace pocas semanas, Daniel Yarur Elsaca, ex superintendente de Valores y Seguros (SVS), fue a Belén. En medio de la pelea judicial que lo tiene enfrentado con su primo Jorge Yarur Bascuñán, dueño del Museo de la Moda y accionista del Bci, visitó la casa de sus abuelos en Palestina. "Es una pena que este conflicto empañe los logros de la familia Yarur en sus 80 años en el país", reflexiona.
La pugna, que se da en varios tribunales se resume en que Jorge Yarur acusa a Daniel de haberse apropiado indebidamente de US$42 millones. Daniel, en cambio, denuncia que su primo Jorge no le ha pagado todo lo pactado de cuando se desempeñó como administrador del patrimonio de éste.
El viernes 4 de enero la Fiscalía le impuso arraigo nacional, aunque esta medida fue revocada una semana después. Está dolido, reconoce Daniel. Por su familia, en primer lugar, pero también por lo que ha implicado en lo profesional. La pugna lo sacó de los directorios de Antofagasta Minerals y Bci, donde estuvo por 10 años. "Para este tipo de compañías no es conveniente que directores mantengan un conflicto judicial, aunque sea inocente", dice. Aun así, sigue activo, armando un hotel en Palestina, un proyecto de energía solar con socios jordanos y con acciones en La Polar.
-¿Se apropió indebidamente de US$42 millones, como lo acusa su primo?
"No hay tal apropiación indebida. No cometí ningún delito; es más, se me deben honorarios debidamente pactados de acuerdo al incremento de su patrimonio global durante los 10 años que se lo administré, con un incremento del orden de US$ 500 millones, una cifra que no di yo, sino un perito designado por un tribunal civil. Lo hice más rico en US$500 millones".
"Tras esto hay una estrategia errática que busca dañar mi imagen. Y ahora inventan lavado de activos... no saben qué inventar para dañarme. Estoy tranquilo, actué correctamente y de buena fe. Esta acusación es inaceptable y mis abogados estudian futuras acciones legales sobre quienes sean responsables".
Luego de una pausa, agrega: "El quería dejar su fortuna a los animales y yo lo persuadí para que además ayudara a los enfermos terminales de sida, a mujeres maltratadas, a ancianos y niños. Él se opuso férreamente, pero entró en razón, como pocas veces lo hizo...".
-Su primo asegura que, descontando las acciones del Bci, usted redujo su fortuna. ¿Es así?
"No, eso es falso. Todo está acreditado en los tribunales civiles. Su patrimonio bajo mi administración se incrementó del orden de US$500 millones y está avalado por distintos informes".
-¿Lo afecta en lo personal?
"Él ha dañado con este conflicto a mi familia, mi honra y eso no lo voy a aceptar. Tengo una trayectoria que avala mi proceder. Defendí los intereses de todos los chilenos en mi paso por la SVS, participé en una serie de reformas en las leyes de mercado, vigentes hasta hoy. Hay un proverbio árabe, "al árbol cuando tiene frutos, siempre intentan tirarle piedras", y creo que eso pasó. Yo lo quise ayudar, principalmente porque sus padres (Jorge Yarur Banna y Raquel Bascuñán), cuando estaban vivos, así me lo pidieron".
-¿Cómo era su trato con él antes de la ruptura?
"Tanto en lo personal como en lo profesional, fue de respeto y cariño, intentando velar por sus intereses y aconsejarlo en sus problemas cotidianos. Pero él optó por el camino impensado. El no reconoce acuerdos pactados y firmados. Y ha mentido en numerosas oportunidades. Por ejemplo, dice desconocer el fondo de inversión Anacapri (localidad cercana a Capri), dice que yo lo hice sin él saber, que nunca estuve allí ¡y es mentira! El nombre lo definimos estando en Capri. ¡Incluso tengo una foto de nosotros en Capri y que ahora la tiene el fiscal! O niega la firma del poder (en que le da plenos poderes a Daniel Yarur) ¡cuando estaba de testigo la cónsul de Milán!".
-Él dice que tenía una severa depresión y usted se aprovechó.
"No estaba en Italia por una depresión, sino porque fue a operarse de las caderas por una caída que tuvo en la escalera en su casa de Reñaca y cuando firmó estaba en sus plenas facultades. Siempre ha tratado de victimizarse, perjudicando a otros y ahora a mí. Tuvo la posibilidad de revocarme el mandato si le hubiera parecido que existía un aprovechamiento de mi parte ¡y sólo lo revocó 10 años después!. ¿No le parece que tuvo un plazo más que razonable para hacerlo?".
-¿Por qué decidió ser el administrador de su fortuna en 1999?
"Fueron varios motivos. Le tenía cariño, él me lo solicitó encarecidamente y llegamos a un buen acuerdo, que ahora no quiere respetar ni cumplir. Y habían otras razones que no voy a decir... Nunca voy a traicionar la privacidad de quien está ligado por la sangre. Yo lo rescaté del submundo en que estaba".
-¿Y qué era ese submundo?
"No lo traicionaré".
-¿Dónde está el documento que dice que usted recibía una comisión variable (antes era de 15%) de 25% por su trabajo? ¿Es cierto que se perdió?
"El (documento) de 15% ya está incorporado en la carpeta de la investigación, pero como es fácil de imaginar, siguiendo su proceder, niega su firma, a pesar de que hay informes periciales que dicen que es de él. En cuanto al 25%, llama mucho la atención que se me emplace a que exhiba el documento, pese a que está desaparecido. Tengo la más absoluta convicción que se acreditará por los testimonios, informes y otras pruebas que este porcentaje se pactó y es lo que se acostumbra en la administración de clientes complejos".
Venta de acciones del Bci: "Fue legítima"
Jorge Yarur Banna, padre del dueño del Museo de la Moda, presidía el Bci y era su mayor accionista hasta que falleció el 16 de octubre de 1991, el mismo día en que pagó la deuda subordinada. Una semana más tarde, su sobrino Luis Enrique Yarur asumió como presidente del banco y, en 1994, se convirtió en el mayor accionista de éste al adquirir títulos a la sucesión de su tío.
-¿Cómo está su relación y la de Jorge con sus primos, los Yarur Rey? Por la prensa Jorge Yarur ha dicho que es distante y que incluso el presidente del Bci, Luis Enrique Yarur, le negó un escritorio que era de su papá...
"Dejemos las cosas claras. Ellos no tienen nada que ver en este conflicto, que es exclusivo entre Jorge y yo. En los 10 años que fui director del banco tuve buenas relaciones con los Yarur Rey. Son personas de bien. Y acerca del escritorio, le puedo decir que tras 21 años del fallecimiento de mi tío Jorge y en los 10 años que administré su patrimonio, el "Toto" nunca hizo alusión al escritorio de su padre. ¿De qué estamos hablando? Conocí el escritorio... es muy bonito. Creo que está donde a mi tío Jorge le hubiera gustado que estuviese, en el banco que mi tío abuelo fundó, donde se trabaja, y que ahora es un gran banco".
-¿Es cierto que la distancia de Jorge Yarur Bascuñán con su primo Luis Enrique Yarur data de cuando se vendieron las acciones del Bci (1994)?
"Dicha transacción es legítima y de común acuerdo entre su madre (Raquel Bascuñán) y Luis Enrique (Yarur Rey), con el fin de preservar el esfuerzo y el sacrificio de mi tío Jorge, el padre de mi primo. Porque después de morir su padre, Jorge comentó que quería dejar el Bci a los perros vagos. ¿Se imagina un banco manejado por perros? ¿Donde usted pida un crédito y le digan "guau guau"? Gracias a Dios el banco quedó en las mejores manos".
-¿Cómo ha tomado esto la comunidad árabe?
"Todos lamentan lo que ocurre. La colonia tiene arraigado un profundo sentido de familia y de respecto a los acuerdos y a la honra. Pero Jorge no maneja estos códigos y no le importan tampoco. Si su padre hubiese estado vivo, le habría exigido cumplir con sus compromisos".
-¿Hay alguna posibilidad de llegar a un acuerdo?
"Ya es tarde. No puede haber acuerdo, el daño a mi honor es muy grande. El honor es del alma y el alma es de Dios".
"Es una práctica de mi primo no cumplir los acuerdos" -¿Era adecuado su sueldo mensual de $27 millones?
"Lo que ganaba estaba en directa relación con la administración del patrimonio de una persona compleja, y de gestionar un patrimonio de alta exigencia y preocupación. Además, era lo mismo que le pagaba como remuneración fija al anterior administrador. Pero como yo iba a tomar riesgos, hacer operaciones más complejas, pacté una comisión o participación variable. Reconozco que ganaba mucho dinero, pero es lo que se estila con este tipo de clientes difíciles y expuestos".
-¿Por qué su primo podría ser un "cliente complejo"?
"Él fue deportado por la autoridad norteamericana en 1997 por mentirles y entrar con sustancias prohibidas. Es compleja una persona que te destruye una casa y después demanda al constructor porque no le gustó la nueva. Es complejo un tipo que compra de un día para otro vestuarios por cientos de miles de dólares y uno tiene que correr para cubrir esa operación. En lo técnico, es complejo cuando no tienes cómo planificar la liquidez para poder cumplir con los compromisos".
"Es una práctica habitual de mi primo no cumplir y desconocer los acuerdos pactados por él. Entre muchos otros, se lo hizo al prestigioso constructor Daniel Alemparte, contra quien se querelló en forma muy injusta, y aún no se le han pagado sus honorarios, habiendo éste último ganado en tribunales con sobreseimiento definitivo; al antiguo administrador Pedro del Fávero, no le pagó sus indemnizaciones y a la profesional francesa Nathalie Hatala, parte fundamental de la formación del Museo de la Moda, y que sólo logró cobrar su indemnización en tribunales".
"Lamentablemente Jorge no es como su padre, don Jorge Yarur Banna, que fue el primero en pagar la deuda subordinada después de la crisis (de la banca en los 80). Mi primo me ataca, no cumple con su palabra y sus compromisos".
