Naciones Unidas: El uso de biocombustibles es un crimen contra la humanidad

lunes, 14 de abril de 2008


EFE

Relator del organismo dijo que la quema de cientos de millones de toneladas de maíz, cereales, arroz y otros productos para producir biocombustibles era un factor primordial en las fuertes alzas de los precios de los alimentos

BERLÍN.- El relator de Naciones Unidas, Jean Ziegler, aseguró hoy, en una entrevista con la Radio Televisión de Baviera, que el uso de biocombustibles se ha convertido en un "crimen contra la humanidad” en vista de los problemas que tiene actualmente el mundo con el precio de los alimentos.

Ziegler dijo que la quema de cientos de millones de toneladas de maíz, cereales, arroz y otros productos para producir biocombustibles era un factor primordial en las fuertes alzas de los precios de los alimentos, aunque admitió que no era el único.

Otros factores aludidos por Ziegler son la política del Fondo Monetario Internacional -que obliga a muchos países del tercer mundo a tener una agricultura orientada la exportación a costa de la economía de subsistencia- y la especulación en los mercados que ayuda a disparar el precio de los alimentos.

Ziegler advirtió que actualmente estamos en el umbral de una situación peligrosa en la que las revueltas por hambre pueden multiplicarse, protagonizadas por personas que luchan por su supervivencia y que temen por su vida.

Con respecto a los biocombustibles dijo que los argumentos originales a favor de ellos, tanto desde el punto de vista de la protección del clima como desde el punto de vista estratégico, no eran absurdos pero que ante la amenaza de una catástrofe humanitaria han perdido validez.

"Los argumentos no tienen validez ante el desastre que nos amenaza. Hoy, el uso y fomento de biocombustibles es un crimen contra la humanidad,” dijo Ziegler.

Las declaraciones de Ziegler se produjeron después de que el Banco Mundial advirtiese que el alza de los precios de los alimentos en todo el mundo generaba peligro de revueltas violentas en 33 países.

En algunos países, como Haití, ya se han registrado las primeras revueltas debido a los precios de los alimentos.