Expertos señalan que sin HidroAysén precios de la energía podrían subir aún más a 2020

jueves, 12 de junio de 2014

Antonia Eyzaguirre
Economía y negocios

Los socios de la hidroeléctrica, Endesa y Colbún, reavivaron sus diferencias en torno a la estrategia que seguirán frente a decisión del Comité de Ministros de rechazar el proyecto.

Un efecto relevante en materia de costos en el Sistema Interconectado Central (SIC) podría tener la ausencia de HidroAysén durante la próxima década, destacan expertos, tras el rechazo de la iniciativa de 2.750 MW por parte del Comité de Ministros el martes. La capacidad instalada del proyecto equivale a un 20% de la energía del SIC a 2025.

El escenario que plantea la falta de esta capacidad de generación agravaría aún más los planteamientos que han realizado la industria y los expertos eléctricos respecto de la tendencia alcista de los costos de la energía.

“La muerte de HidroAysén en principio sí podría producir un alza en los precios de la energía. Suponemos que las eléctricas que reemplazan el proyecto son a gas, y como el valor de este hidrocarburo no permite precios muy bajos, estos subirán”, explica Sebastián Bernstein, socio de Synex y ex director ejecutivo de la CNE. Aclara que si no se hacen más centrales a carbón —fuente térmica de menores costos—, a partir de 2020 todos los precios de compra de las distribuidoras estarán en unos US$ 125 por megawatt hora (MW/h), en promedio, aproximadamente (hoy se ubican entre los US$ 85 y US$ 129).

Francisco Aguirre, de Electroconsultores, indica que como el rechazo del Comité elimina 2.750 MW de bajo costo de producción de electricidad, equivalentes a siete u ocho centrales térmicas (carbón o GNL) de mayor costo, el desarrollo de estas últimas exige un precio superior.

Por su parte, Francisco Díaz, senior consulting de Strategy & Operation en Deloitte, manifiesta que Chile tiene 17 mil MW de capacidad eléctrica instalada y que para cumplir con la tendencia de crecimiento de la demanda necesita agregar al menos ocho mil MW en el largo plazo. Añade que aun cuando HidroAysén no cubre el total necesario, sí lo hacía en una proporción grande.

Explica que entre las energías que podrían suplir la fuente hidroeléctrica figuran la nuclear, el carbón, el gas natural licuado (GNL) y las ERNC, pero advierte que las dos primeras son controversiales por temas ambientales, y las segundas son más caras que la hídrica. “El escenario de precios no se ve favorable, en la medida que no se invierta en energía más barata”, finaliza Díaz.

En tanto, María Isabel González, gerente general de Energética, sostiene que la ausencia de HidroAysén no elevará los precios si esa capacidad es reemplazada. Y agrega que la energía hídrica no tiene gran incidencia en el precio. Esto, porque el sistema tarifario marginalista concibe los valores según el costo del último KW/h que produce el sistema; por lo tanto, las termoeléctricas son las que marcan los precios.

José Luis García Huidobro, líder en sostenibilidad de EY, dice que pensar que el rechazo al proyecto podría incidir en los precios, es muy lejano.